quizás no quiera ser un enemigo
y los deje con cierta vida por delante…
20 de junio. Día Mundial de las Personas Refugiadas
No hay refugio sin huida. «Cierta gente huyendo…» Así, de forma impersonal. Los «nadies», que expresara Galeano: sin rostro, sin nombre. No son seres humanos, son un número y cuestan menos que la bala que los mata.
«… huyendo de cierta gente». Allí y aquí. Antes y ahora. La misma historia siempre. Estos últimos, los de la persecución y los del rechazo, como advierte Szymborska en otro de sus poemas: inofensivos de uno en uno pero salvajes en grupo.
¡Cómo no tener presente la espléndida obra de Aimé Morot El buen samaritano! ¿Quién es el prójimo? ¡Cuándo dejaremos de oír la maldita pregunta!: ¿y este, a qué viene?
El poema que se reproduce pertenece a su libro Instante.
Cierta gente huyendo de cierta gente.
En cierto país bajo el sol
y bajo ciertas nubes.Dejando atrás sus todos respectivos,
campos sembrados, ciertas gallinas, perros,
espejos en los que ahora sólo el fuego se contempla.Llevan a la espalda hatillos y cántaros
día tras día más pesados, cuanto más vacíos.El agotamiento de alguien tiene lugar en silencio,
y, en el tumulto, el arrancarle el pan alguien a alguien,
y el acunar al niño muerto de alguien.Ante ellos un incesante «por aquí no»,
no es ese el puente que necesitan
sobre un río extrañamente rosado.
Alrededor ciertos disparos, a veces más cerca, a veces más lejos,
en lo alto un avión que parece dar vueltas.Vendría bien alguna invisibilidad,
alguna oscura pedregosidad,
y aún mejor un no-haber-sido
por un tiempo breve o incluso largo.Algo todavía ocurrirá, pero dónde y qué.
Alguien les saldrá al paso, pero cuándo, quién,
desempeñando qué papel y con qué intenciones.
Si tiene elección,
quizás no quiera ser un enemigo
y los deje con cierta vida por delante.
Bibliografía:
Szymborska, Wislawa (2004). Instante. Tarragona. Igitur